1. f. Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos.
2. f. Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida.
Extraido del diccionario de la Real Academia Española.
Lo cierto es que no se puede vivir nostálgico, no puedes vivir añorando el pasado, porque así no podrás reconocer lo bueno que el presente te ofrece. ¿Extrañas una dicha perdida? Todos tenemos derecho a eso, pero no podemos pretender volver a lo que teníamos (todavía no se han inventado las máquinas del tiempo) debemos más bien alegrarnos porque vivimos esos tiempos de dicha y alegría, porque pudimos disfrutarlos y les sacamos un aprendizaje. Cada vez que esos momentos vengan a tu cabeza sonríe, porque fuiste uno de los pocos afortunados en tener experiencias como esas. ¿Qué no volverán? Es muy probable, pero ciertamente vendrán mejores.
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